Podemos
decir que el conocimiento es un grupo de información o hechos los cuales vamos
adquiriendo con el pasar de los años; se dice que el conocimiento es una
inversión dado que los resultados se proyectan en el desarrollo de la sociedad,
mientras más competentes seamos, tendremos más probabilidad de avanzar como
humanidad. Con la llegada de la era digital se han abierto nuevas fronteras
llena de posibilidades, permitiéndonos tener acceso a un sinfín de información,
sirviéndonos esto como un medio de enseñanza. Por otra parte, la economía de un
país no solo consta de su capital financiero, también depende del
discernimiento de sus habitantes.
Se
sabe que el conocimiento es un factor fundamental para el desarrollo económico
y social; empero, para que esto tenga un impacto en la sociedad se debe emplear
el uso de la tecnología e innovar, luego incorporándolos en forma de bienes y
servicios para que produzcan ingresos al país y satisfacción a sus usuarios. La
ciencia y la tecnología dan como resultado la orientación a la solución de los
problemas vinculados con el desarrollo científico-tecnológico de las sociedades
actuales.
Nosotros
debemos estar motivados a adaptarnos ante la tecnología que crece y se
desarrolla de una manera muy rápida, con el objetivo de poder interactuar con
los demás. Para prevenir el desconocimiento de las innovaciones se debe
capacitar a las personas mediante la información y la educación para así formar
profesionales aptos ante cualquier trabajo y a la vez que éstos estén
actualizados con los acontecimientos tecnológicos más recientes. El
conocimiento permite el crecimiento de las naciones de una manera rápida y con
una gran calidad, lo cual atribuye sobre los procesos y métodos de producción.
En cuanto al impacto de la tecnología y economía en la sociedad,
es necesario aceptar que ambas van de la mano, es decir, las dos impactan en la
sociedad como agentes movilizadores entre masas, pudiendo así considerarlas
como armas de doble filo si no son empleadas de manera positiva en nuestra
sociedad. Seguidamente, en la actualidad las innovaciones tecnológicas están
completamente presentes en nuestras comunidades, dejando en muchos una huella
que podría considerarse un impacto que, pese a ser general, se manifiesta de
manera distinta. Tal avance, nos ha incluido en la toma de decisiones importantes
en cuanto a nuestras naciones. Sin embargo, este derecho democrático no
consigue aplicarse completamente, puesto que una gran mayoría de la ciudadanía
vive bajo la desinformación de nuestros derechos, la manera correcta de emplear
la democracia y la forma de actuar para exigir las mismas, dejándonos con poco
control sobre dichos poderes.
Ahora bien, es importante aceptar
que la tecnología cumple hoy en día un papel significativo en nuestra sociedad.
Tengamos en cuenta lo dicho por Hernán Thomas en su artículo Tecnología y Sociedad (2004), donde
puntualiza que “la tecnología suele percibirse como una caja negra que recibe
inputs de tipo social, económico, político, o bien genera outputs de tipo social,
ambiental, laboral, etc.”.
Partiendo de esto y si lo vemos
desde un punto de vista económico, entendemos que la economía es una de las
partes más necesitadas en estos tiempos de avance, puesto que para cumplir la
demanda del mercado actual se deben utilizar dispositivos tecnológicos que
ayuden a abarcar la totalidad de sus necesidades productivas. No obstante, no
todas las entidades llegan a alcanzar tal nivel tecnológico, o simplemente se
rehúsan a reemplazar los equipos con los cuales trabajan, dedicándose así a
adaptar la realidad a los recursos en sus manos.
Por otro lado, aquí entra en juego
cómo se incorpora la sociedad al impacto de la economía, tecnología y ciencia;
se necesita algo más que dispositivos tecnológicos para emprender; por ello, en
la época actual no solo hay un enfoque en la calidad de los equipos, sino
también en el aspecto social, implementando la comunicación a la hora de
gestionar, creando así relaciones solidarias donde no solo se privilegia al
capital y se le da más importancia al trabajo.
Hoy en día, el paradigma
que dicta la relación entre la tecnología y la neutralidad, asociándolo con la
economía, es necesario desecharlo. Actualmente, la tecnología incide en nuestro
día a día, siendo así una parte fundamental al momento de relacionarnos y
desarrollarnos como individuos, buscando así, la unión de los grupos
participantes en el emprendimiento de la sociedad y la ejecución de sus
derechos e ideas en esta época tecno-económica.
Por otro lado, Hugo Capuya
expresa en su artículo Tecnología,
economía y sociedad (2012) que:
Las
nuevas formas de la tecnología como de la economía no deben “ir hacia” la
sociedad, ni intervenir en ella, sino “abrirse a ella” o simplemente dejarse
intervenir por ella. Puesto que en la sociedad no solo hay usuarios de
tecnología o consumidores de productos, sino que ante todo hay ciudadanos que
construyen esa sociedad día a día.
Partiendo de lo anterior, entendemos que, al haber una aceptación
de la tecnología en nuestro entorno, manejando un conocimiento entero de la
misma, obtenemos cierto poder sobre nuestras vidas y nos desarrollamos
culturalmente, ya que la influencia tecnológica ha causado gran impacto en
nuestras culturas. A
lo largo del tiempo, la ciencia y la tecnología han sido de gran importancia y
no cabe duda que generan beneficios relevantes que contribuyen a la mejora de
la sociedad, llevadas de la mano de la educación, el conocimiento, la
investigación que coadyuvan en el desarrollo intelectual, y la perfección del
ser humano.
Es
evidente el gran avance que tiene la ciencia en la sociedad estudiando e
investigando sobre fenómenos; buscando respuestas a incógnitas que poco a poco
han sido evaluadas y mejoradas dando soluciones a los problemas que
enfrentamos, y así haciendo que en nuestra cotidianidad sean más susceptibles.
Por otro lado, está la tecnología como el conocimiento y la utilización de
herramientas, técnicas y sistemas con el fin de servir a un propósito más
grande como la resolución de problemas o hacer la vida más fácil y mejor. Su
importancia para los seres humanos es enorme.
Tomando
en cuenta el caso particular de las disciplinas enmarcadas en las ciencias de
la ingeniería y la arquitectura, se configura todo un motor de impulso para el
avance y la innovación tanto científica como tecnológica y así contribuyendo en
el progreso de la sociedad. Además, las ciencias que estudian el comportamiento
del hombre como lo son la antropología, la sociología, la filosofía utilizan la razón y la lógica como herramientas
fundamentales para construir su conocimiento. Es incuestionable que la ciencia
y la tecnología nos proporcionan múltiples beneficios. Así pues, la ciencia y
la tecnología se traducen en bienestar para la población, en eficiencia,
en mayores oportunidades desde todo punto de vista, en fin, en una mayor
calidad de vida sustentable y permanente.
La repercusión de la
ciencia y la tecnología ha sido trascendental, relevante, de una importancia
capital en los países, y lo sigue siendo en el mundo contemporáneo con
vehemencia y rapidez, que ha puesto de manifiesto un crecimiento exponencial en
todas las áreas de la actividad humana, generadora ésta de riqueza dentro de la
sociedad, a través de la utilización de los recursos naturales y la producción
y consumo de bienes y servicios necesarios para su desarrollo. Es así como el
avance científico-tecnológico promueve la producción de servicios altamente
intelectuales tales como la investigación, el desarrollo, la innovación y la
información que requieren de importantes inversiones en capital humano con alta
capacitación, siendo el conocimiento la fuente primordial del proceso
globalizador, las nuevas tecnologías; en fin, de la dinámica económica que
aplica los modelos y descripciones provenientes de la ciencia y ligadas
multidisciplinariamente a un abanico de estudios.
Sin embargo, también existe un mal
manejo de la misma, puesto que, en la mayoría de los casos, las grandes
potencias no se enfocan en utilizar este adelanto y ventaja de manera correcta,
apoyando con más fuerza las guerras o la violación de los derechos humanos en
pro de beneficio propio antes que la construcción e implementación de ideas que
dirija al mundo a una mejor calidad de vida.
Sin
vacilación alguna, cabe destacar que el amplio conocimiento científico y
tecnológico contribuye a elevar la calidad de vida de la población y crear más
oportunidades para el empleo a través de la calificación del recurso humano y
la competitividad, no sin antes aclarar que no se administran personas ni
recursos humanos, sino que se administra con ellos, cumpliendo el rol de activos
y proactivos dotados de inteligencia, innovación, creatividad y otras
habilidades. Para sustentar lo expresado, Idana Rincón expone en su artículo Impacto científico-tecnológico en la
economía y la educación (s.f) que:
Para
ello se hace pertinente discutir y reflexionar sobre algunas ideas a considerar
en la educación, para el desarrollo científico y tecnológico y la producción de
conocimientos: Investigación e Innovación tecnológica, lo que se traduce en un
impacto significativo de gran alcance en la economía y la sociedad desde las
dimensiones del crecimiento económico, el desarrollo humano y la cultura.
Significa entonces que la educación en la sociedad, como
proceso facilitador del aprendizaje, refleja la productividad del conocimiento
adquirido y las herramientas e instrumentos para hacer de la ciencia y los
saberes técnicos los recursos de la producción. De esta forma, puede
evidenciarse que el progreso desmesurado de la ciencia y la tecnología resuena
en la humanidad a fin de conllevar un mecanismo estabilizador de las economías
en las comunidades humanas, pues sus determinantes perfilan la característica
definitoria del desarrollo económico, donde la prosperidad económica y social
constituye la esencia de la innovación.
Entonces
se puede decir que el avance de la ciencia es de gran utilidad para el
desarrollo, a pesar de que muchas de las actividades que se realizan en la
actualidad necesitan de la ciencia, por consiguiente, ambas están
inevitablemente ligadas, permitiendo de esta manera que las actividades se
lleven a cabo con mayor eficiencia de acuerdo a cada progreso de la ciencia y
la tecnología. En el ámbito de educación, se consideran a éstas dos como
factores de transformación en la sociedad proporcionando a los ciudadanos una
visión más amplia. En Venezuela, el proceso de educación en el tema de ciencia
y tecnología es muy similar al que se maneja en el resto de América latina,
claro está que con sus marcadas diferencias las cuales se derivan de la
actividad económica del país y su historia.
Haciendo
énfasis en la historia de la educación en el área de ciencia y tecnología en el
país, se puede notar que es bastante ineficiente, debido a la falta de
coordinación lo que hace que no se tenga un verdadero desarrollo tecnológico,
lo cual resulta lamentable en la actualidad ya que la sociedad se ve marcada
por todos estos avances de tanta importancia.
Por
ende, en nuestro país, se observa un gran déficit en esta materia a pesar de
los esfuerzos realizados para mejorar en el área y poder brindar así a los
venezolanos una mejor calidad de vida teniendo en cuenta los aspectos positivos
de la ciencia y tecnología en la sociedad. Esto podría bien ser una
consecuencia de la falta de compromiso por parte del Ejecutivo, y la ausencia
de políticas públicas eficientes, estando la nación por debajo de lo esperado
en cuanto a desarrollo científico y tecnológico.
Aunado
a ello, Venezuela debería estar en una mejor posición en lo referente a avances
de ciencia y tecnología considerando los ingresos que se obtienen a base de la
producción de petróleo (PIB) de los últimos años, el increíble talento humano
con el que cuenta el país y la abundancia de recursos naturales que están
presentes en nuestra tierra. Lo anterior sumado a buenas políticas públicas y
un plan eficiente que se enfoque en estos avances y sus beneficios, Venezuela
estaría mejor posicionada hoy en día en estos avances.
El
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) en la
actualidad (FONACIT) comenzó sus actividades en el año 1969, en pro de ofrecer
a la comunidad de científicos y tecnólogos herramientas necesarias y
suficientes que pudiesen ayudar al desarrollo del país. Nuevamente se hace
énfasis en el desinterés por parte del Estado y la falta de comprensión en el
tema lo que es suficiente para que las políticas planteadas por el consejo no
se cumplieran en su totalidad.
En
el país se debe realizar un importante esfuerzo social el cual logre impulsar
el interés por los avances científicos y tecnológicos, que a su vez genere
integración social, asunto que Venezuela también reporta carencia. Trabajando
en conjunto podremos lograr el avance tecnológico y científico en la nación, lo
más importante de lograr esto, es que se aproveche debidamente.
Para
lograr este objetivo, se pueden implementar talleres, charlas informativas y
educativas, debates, demostraciones, que sean capaces de despertar el interés
de cada individuo en el tema, y lo invite a participar en la nueva era
tecnológica y científica de la cual somos actores importantes; las personas nos
reportamos como uno de los mayores beneficiarios de ello, de ahí surge la
importancia de recibir una educación adecuada que integre todos los niveles de
educación y a la sociedad en general.
En
conclusión, el avance de la ciencia y la tecnología es de gran importancia ya
que trae como consecuencia el desarrollo de las naciones; es necesario ver a éstas
dos como una sola y no como agentes diferentes. Contamos con un país que está
apto para dar un paso hacia el desarrollo a través de los avances científicos y
tecnológicos, el gran problema al cual nos enfrentamos es al desinterés por
parte del Estado lo que trae como consecuencia el analfabetismo en materia de
ciencia y tecnología. Todo ello se puede erradicar con ayuda del Gobierno y
educando a la sociedad de manera correcta, logrando así una integración de
ambas partes, debe ser un sistema de inclusión y no exclusión, aceptando
también, que no solo debemos premiar a la capital sino también al trabajo en
equipo, dando mayor importancia a la solidaridad a la hora de entablar
relaciones profesionales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Acevedo, Elsa B. (Sin fecha). Innovación tecnológica, economía y sociedad: una reflexión necesaria
para CTS. Organización de Estados Iberoamericanos Para la Educación, la
Ciencia y la Cultura. Disponible en: http://www.oei.es/historico/salactsi/elsa7.html
Capuya, Hugo (2012). Tecnología,
Economía y Sociedad. Disponible en: http://www.ungs.edu.ar/foro_economia/wp-content/uploads/2012/02/Capuya.pdf
[Fecha de acceso: 25-11-2016]
Polanco, Alberto (2000). Ciencia, Tecnología y Sociedad.
Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos5/cienteysoc/cienteysoc.shtml
Rincón, Idana B. (Sin fecha). Impacto científico-tecnológico en la economía y la educación.
Disponible en: http://www.eumed.net/rev/tlatemoani/02/ibrs.html
Rincón, Derlisiret y
María Romero (2006). Ciencia, tecnología
y educación en Venezuela: Perspectiva de una sociedad emergente. Revista de
Ciencias Sociales (RCS), 12, 72-81. Disponible en: http://www.scielo.org.ve/pdf/rcs/v12n1/art07.pdf